Cuando, en 1986, Microsoft salió a la Bolsa, las acciones se cotizaron
tan alto que Bill Gates se convirtió en el hombre más rico de Estados
Unidos. Desde entonces, el negocio no ha cesado de crecer (de los 1.200
empleados que tenía en 1986 hasta más de 20.000 en 1996), obteniendo
un virtual monopolio del mercado del software mundial (reforzado
por su victoria en el pleito contra Apple en 1992); y han seguido
llegando innovaciones como las nuevas versiones Windows 3.0 (muy bien recibida por los usuarios), Windows 95 (en
cuya campaña de promoción a escala mundial asumió el propio Gates el
papel de profeta de la sociedad cibernética como personificación de
Microsoft), Windows 98 y las sucesivas versiones de este sistema operativo.
Desde 1993 embarcó a la compañía en la promoción de los soportes
multimedia, especialmente en el ámbito educativo. El talento de Gates
se ha reflejado en múltiples programas informáticos, cuyo uso se ha
difundido por todo el mundo como lenguajes básicos de los ordenadores
personales; pero también en el éxito de una empresa flexible y
competitiva, gestionada con criterios heterodoxos y con una atención
especial a la selección y motivación del personal.
Su rápido enriquecimiento ha ido acompañado de un discurso visionario y
optimista sobre un futuro transformado por la penetración de los
ordenadores en todas las facetas de la vida cotidiana, respondiendo al
sueño de introducir un ordenador personal en cada casa y en cada puesto
de trabajo; este discurso, que alienta una actitud positiva ante los
grandes cambios sociales de nuestra época, goza de gran audiencia entre
los jóvenes de todo el mundo por proceder del hombre que simboliza el
éxito material basado en el empleo de la inteligencia (su libro The Road Ahead fue uno de los más vendidos en 1995).
Las innovaciones de Gates han contribuido a la rápida difusión del uso
de la informática personal, produciendo una innovación técnica
trascendental en las formas de producir, transmitir y consumir la
información. El presidente Bush reconoció la importancia de la obra de
Gates otorgándole la Medalla Nacional de Tecnología en 1992.